a veces nos quedamos con las ganas

Nuevamente el sábado intentamos hacer unos lances en el Río Rojas,; la idea era ir al mediodía, hacer unos choripanes (sándwich de chorizo, para quienes no viven en Argentina). Pero como uno siempre propone y Dios y el clima disponen, llegó la lluvia.
Mensajes de texto entre amigos para suspender la salida y los chorizos, solo nos quedaba dormir una siesta, molestar y rebotar por toda la casa,  y por qué no armar unas moscas mientras nos ilusionamos con una próxima salida sin lluvias. Pero, otra vez el clima cambia nuestra decisión, ya que serían aproximadamente las 13:30 hs y apareció el sol, volviendo a brillar, calentando el pavimento y nuestras cabezas. Otra vez mensajes de texto a unos amigos y partimos hacia el río, que dista mas o menos a 40 minutos de mi morada. Llegamos, armar equipos velozmente, hacer unos lances sin respuestas, entonces decidimos trasladarnos un poco mas allá río abajo a unas correderas que siempre nos rindieron a unos 1000 metros mas o menos. Primeros lances y mientras estaba desenredando el equipo mío el siempre listo Luisito tuvo un pique y captura de un doradillo hermoso, buena lucha, fotos mientras pelea, fotos de captura con sonrisa incluida, devolución rápida tratando de no perturbar el lugar para seguir intentando, ya que el lugar era prometedor. Allí Juan Pablo (un alumnos de lanzamiento y pesca con mosca) seguimos intentando, con algunos toques sin concretarse, y en un lance largo ubicando la  mosca en una pequeña corredera entre dos piedras de tosca, esta cae e instantáneamente un dorado le tira un tarascón en la caída, yo sin todavía haber tomado la línea para comenzar a trabajarla, por lo tanto no se concretó.
La expectativa crecía, había mucha actividad, movimientos en superficie, corridas de doradillos cazando incipientemente, lo que nos deparaba un atardecer único, a la mejor hora. Todo estaba bien y a pedir de boca, pero como siempre algo frustra nuestras posibilidades. Aparecieron navegando por el río tres muchachos (por no decir algo mas grosero) en un kayak para 2; al verlos y previendo lo que podía suceder les dije en vos alta , casi gritando que pasaran cerca de la otra orilla porque allí había profundidad y podían pasar con comodidad, que realmente es cierto, no fue solo para alejarlos, jajaja. Obviamente como dije, eran 3 pedazos de …. Uds. saben lo que quise decir, avanzaron por el centro del río, donde hay mas toscas y por supuesto encallaron, entre risas de ellos por supuesto, se bajaron empujaron, vuelven a subir, vuelven a encallar y así sucesivamente varias veces por mas de 300 metros mas o menos. Lógicamente se terminó la posibilidad de pescar algo, seguimos infructuosamente hasta el atardecer, desarmar los equipos tomando unos mates y con el sabor amargo de no haber podido seguir, ya no por culpa del clima, sino por 3 pedazos de …..que nos arruinaron la tarde.
¿Por que no respetar? Es algo tan simple, es solo no molestar, si estos muchachos hubieran pasado por donde les indicamos, hubieran continuado navegando bien, saludando y listo, todos amigos. Pero como ya es costumbre en nuestra Argentina nadie respeta nada ¡paso por donde se me da la gana y no me importa nada! ¿sí estamos no?
Es una lástima que los maleducados nos igualan o superan, no hay formas a veces de disfrutar sin que nadie nos arruine el día por alguna falta de respeto, llegás a pescar o simplemente de pic nic y viene alguien y te pone el auto con la música o el partido a todo volumen o molestando a todo el mundo. Es simple solo deberían respetar, nada mas.
Un abrazo a todos y a tratar de disfrutar tranquilos lo nuestro.
Pepe Perrone
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