Somos dos pescadores enamorados.Nos conocimos a los 16 años, y nos flechó el amor, luego la pasión por la naturaleza y la música. Eran años de Arco Iris, Deep Purple, Génesis, Spinetta...Nuestra adolescencia transcurrió con amigos y primos entre confiterías, el secundario y salidas de pesca: La laguna, y tantas otras recorridas con el Citroen verde manzana, siempre en búsqueda de tarariras y otras especies con devolución, claro ! y con señuelos fabricados por Pepe con madera de duraznillo siguiendo los consejos de un amigo que nos impactaba con su cultura, mientras fumaba en pipa junto a nosotros pescando a la siesta bajo los sauces del Carpincho. Pasó el tiempo y allá por el año 81 nos casamos.Nuestra luna de miel se mezcló con la pesca de lago, río y mar y la asignatura pendiente , vivir en el sur. Después llegaron nuestras hijas, compañeras incondicionales: embarcados, de costa, en canoa, como fuese, pertrechadas con sombreros, botas, camperas, y "la caramañola" accesorio indispensable! Luego el estudio y el trabajo nos separó de esta bella actividad, pero Pepe fue abriéndose camino para cumplir el sueño de tener su negocio de pesca, lugar además de encuentro con sus AMIGOS INCONDICIONALES. Junto se cumplió el sueño de que nuestras hijas se reciban, y hoy, el día de San valentín ,les cuento que volvimos al sur, después de 31 años de casados, solos, a pescar y disfrutar El Malleo con sus rincones únicos, los bosques encantados, el Escorial con su rara energía, las araucarias únicas, El Lanín imponente, las eclosiones de insectos, la flotada por el Chimehuín, las cenizas del volcán... y las fotos que no te cansás de mirar.Todavía hay tiempo de sorprenderse, de enamorarse, con cosas simples, sin pompa, con pequeños o pocos peces, pero con grande o mucho amor.Con la satisfacción de haber repetido otra experiencia inolvidable, como hace 38 años cuando nos conocimos.Como mujer, esposa y pescadora deseo un feliz día de los enamorados a todos y en especial a los enamorados de la pesca con mosca!
